martes, 3 de abril de 2012

AZUL BRISA

No solo a las personas, si no a las cosas tambien se les coge cariño, y esta entrada va dedicada a el, mi pequeño Corsa.
Hace unos 8 años nos encontrabamos en la cocina de la casa de Retamar, mi padre queria quitarme unos puntos que tenia en la cabeza y yo me negaba. -Si te los quito eliges tu el color del coche; me dijo, a lo que accedi rapidamente.
Azul Brisa elegi para un coche que obviamente con 13 años yo no iba a conducir, pero quien sabia si en un futuro si. Pues a los 18, con el carnet recien recogido de la autoescuela ya era mio, lo recogi de la revision con 77.000km y hemos llegado juntos hasta los 131.000km.
El caso es que despues de 3 años, un perro decició cruzarse en nuestro camino, quedándose inservible o al menos no sin tener que pagar una reparacion muy cara. Suerte la mia que no me paso nada. He dicho al principio que a las cosas se les coge cariño, y es que 54.000km son muchas horas dentro de ese pequeño habitaculo como para despues no extrañarlo; y muchas buenas y malas experiencias. Asi que solo decir que lo voy a echar de menos, pero que ahora yo se que él esta contento porque su excompañero de cochera el Toyota Auris me hace compañia en mis eternos viajes a Sevilla. Y todo gracias a mi padre y a mi madre, que se portan conmigo mejor de lo que creo que podria merecer.
Adios corsita.

1 comentario:

  1. Pedazo de máquina y que historia, un cochazo, me ha gustado mucho leer la entrada. Cuídate máquina.

    ResponderEliminar